¿Es realmente un vehículo eléctrico la solución al problema ambiental?
Mauricio León H. Junio 10, 2019 @ 09:00 am

        Hoy en día con las contingencias ambientales que hemos tenido en la totalidad de la Megalópolis (CdMx, EdoMéx, Tlaxcala, Hidalgo, Puebla y Querétaro), muchos nos hemos puesto a reflexionar sobre qué podemos hacer para mitigar este serio problema que año con año se ha venido agravando. Por lo que me puse a pensar que opciones reales tendría para aportar mi granito de arena y combatir la contaminación generada en buena medida por las emisiones vehiculares.

 Foto: Pixabay

       Lo más sencillo fue pensar cambio mi auto por uno híbrido o eléctrico, pero revisando los precios todavía son opciones prohibitivas para gran parte de la sociedad por sus altos precios y los pequeñísimos estímulos gubernamentales para adquirirlos (excepción del ISAN, apoyo CFE para un medidor independiente para la carga de tu auto, así como estímulos locales de excepción de tenencia, verificación vehicular, engomado “E”, placas verdes y estacionamientos preferentes). Las opciones de las diferentes marcas automotrices han aumentado en nuestro mercado, pero siguen siendo limitadas. Estos son los 16 modelos existentes en un rango inicial de $300,000 a menos de $1,000,000:

  1. Renault Twizy (100% eléctrico): desde $319,300
  2. Toyota Prius C (hibrido): desde $329,500
  3. Toyota Prius (hibrido): $389,400
  4. Hyundai Ionic (hibrido): $405,700
  5. Toyota Corolla (hibrido): $414,900
  6. Kia Niro (hibrido): $486,900
  7. Honda Insigth (hibrido): $559,900
  8. Zacua (100% eléctrico): $569,000
  9. Toyota RAV4 (hibrido): $578,900
  10. Nissan X-Trail (hibrido): $595,700
  11. Toyota Camry (hibrido): $599,900
  12. Ford Fusion (hibrido): $618,600
  13. Nissan Leaf (100% eléctrico): $696,500
  14. Chevrolet Volt (100% eléctrico): $717,800
  15. Chevrolet Bolt (100% eléctrico): $806,300
  16. BMW i3 (100% eléctrico): $884,900

       Pero supongamos que todos son asequibles y solo queda decidir que auto comprar en pro del planeta y del ahorro de nuestros bolsillos, la decisión sería fácil ¡un eléctrico, claro está! ¿Será esto cierto? ¡Veamos!

       La autonomía de un auto eléctrico está limitada por la capacidad de carga de su batería de iones de litio, por lo que su autonomía en kilómetros es muy parecida a la de un auto de combustión interna de 2 litros de 40 litros de tanque de gasolina, alrededor de 380 kilómetros por carga total de batería. Aunado a esto también surge la limitante referente a la infraestructura de carga que tiene el país, la cual es mínima. 

       Pero más allá de esas 2 limitantes, tenemos que ver que el simple hecho de no generar emisiones contaminantes los autos eléctricos, éstos sí generan contaminación, por el simple hecho que para recargar sus baterías requieren conectarse a una red de energía eléctrica y con ello se tendría que potenciar de igual manera la industria eléctrica, la cual la mayor parte de ella sigue siendo dependiente de la quema de hidrocarburos.

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       Además llevarla a los centros de carga de baterías, implica transformarla a media tensión y luego a baja tensión, luego debe  transformarse en el auto de alterna a continua y el auto transformarla de eléctrica a mecánica, y todo este proceso conlleva pérdidas, por lo que la eficiencia no es la mejor.

       Por ello, la solución no pasa por el cambio de producto (en este caso el auto eléctrico) en una parte de la cadena, sino por la reestructuración del sistema de generación de energía completo desde su originación con sistemas de energía alternativa. Hoy en día no tenemos una industria eléctrica solvente para surtir a la demanda de energía que requerirán los miles de autos eléctricos, y esto cae en el viejo dicho de abre un hoyo para tapar otro(s), lo que puede llevar a contaminar más el medio ambiente.

       Si hablamos de los componentes que integran la batería de un auto eléctrico o híbrido, la cual se conforma de cobalto, níquel y litio, tenemos varias aristas como son que para extraer el cobalto componente, clave en las baterías de ión-litio, su extracción se relaciona con la explotación infantil. La extracción del suelo del níquel es tóxica, impactando negativamente el medio ambiente y si a esto le sumamos los conflictos sobre el uso del suelo en la extracción del litio en Bolivia o el Tíbet, no es tan amigable una batería un auto eléctrico, además de que como todo recurso natural son limitados y no renovables.

       Habría que ver si en un futuro se logra resolver el problema del reciclaje de baterías de ion-litio, o ver si los fabricantes se hacen cargo de su responsabilidad extendida y se apegan a la economía circular para encontrar usos alternativos reincorporándolas y largándoles la vida productiva.

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     Por si esto no fuera suficiente, un estudio de realizado por Peter Achten y Victor Timmers, de la Universidad de Edimburgo, que ha sido publicado en la revista científica Atmospheric Environment,  comenta que los autos eléctricos al ser más pesados (alrededor de un 24%) que los de combustión interna generan más partículas finas, esas tan famosas en la última contingencia ambiental de la Megalópolis las llamadas PM2.5µ, debido a la fricción, desgaste de los neumáticos, frenos y rodamiento con el asfalto. Como sabrán éstas partículas son las que más daño causan a los seres vivos.

       Como verán mejor les sugiero piensen bien la opción de comprar un auto eléctrico o híbrido antes de cambiar su viejo auto de combustión interna.

Saludos y sigamos haciendo acciones por el Planeta y medio ambiente.

 

Mauricio León H.

Aficionado a los autos y líder Ecomaker Store, tienda de artículos maker basados en la economía circular.